
Un tema de discusión actual es si chicos y chicas deben educarse en clases separadas o en régimen mixto. Así pues, vemos como la educación diferenciada, o single-sex education, se abre paso como una alternativa al modelo estándar de coeducación, o educación mixta.
La educación diferenciada puede ir en beneficio de la calidad de la educación. Se trataría de una educación personalizada que potencia los aspectos positivos de cada sexo, sin discriminar a nadie. En muchos países se han dado cuenta de esto en el terreno educativo y están volviendo a crear colegios de educación diferenciada junto con otros de educación mixta. Al existir mayor libertad de elección los padres salen ganando al poder elegir entre centros diferentes, pero realmente quienes salen ganando son los propios alumnos y alumnas.
Investigaciones recientes afirman que:
• En Francia, después de 3 décadas de predominio de la educación mixta, la coeducación no ha conseguido ni asegurar la igualdad de sexos, ni la de oportunidades (M. Fize: Les piéges de la mixité. Presses de la Renaissance. París, 2003).
• El “Financial Times” publica cada mes, en agosto, los resultados de las “Top independent schools” de Gran Bretaña: desde hace años, las 25 escuelas que obtienen los mejores resultados son de enseñanza diferenciada.
• En Inglaterra y Gales, en el curso 2001-2002, los resultados correspondientes a las pruebas del General Certificate of Secundary School – que se realiza al término de la enseñanza obligatoria- , señalaba que de los 20 mejores colegios públicos y privados, 13 son de educación diferenciada. En el caso de los colegios públicos, 6 de los 10 mejores no son mixtos.
• En un estudio realizado por Lee y Brik, a partir de una muestra de 1.807 alumnos, de 75 escuelas de Secundaria en Estados Unidos, los estudiantes de escuelas con enseñanza separada obtenían un mayor rendimiento académico y aspiraciones profesionales más altas (“Journal of Educational Psychology”: “Effects of single-sex secondary schools on student achievement and attitudes”, (1986).
• Un estudio de la National Foundation for Educational Research de Inglaterra. En su informe, publicado en julio de 2002, señala que el rendimiento académico de los chicos y chicas de las escuelas secundarias públicas de un solo sexo, eran significativamente mejores.
• En el 2001, el Australian Council for Educational Research, realizó otro estudio que comparaba resultados de escuelas diferenciadas por sexo y coeducacionales, después de seguir la evolución de 270.000 estudiantes durante seis años. El informe mostraba que los alumnos y alumnas educados en aulas de un solo sexo, habían obtenido resultados académicos entre un 15 y un 22% mejores que los que frecuentaban escuelas mixtas. Por otra parte, señalaba que era más exigente el nivel del plan de estudios, más agradable el ambiente de trabajo y mejor el comportamiento de los alumnos.
• La conducta de los chicos en clases mixtas suele ser más agresiva y egoísta que en clases separadas, porque los chicos tratan de impresionar a sus compañeras, acaparando la atención de los profesores con interrupciones o faltas de disciplina. El fracaso escolar de muchos varones dificulta la convivencia entre los sexos, lleva a algunos a tomar actitudes de violencia machista, y a reforzar los estereotipos de sexo, al no poder compararse académicamente con sus compañeras.
El psquiatra Kraemer ha sacado a la luz recientemente un concepto que hasta ahora parecía aplicarse sólo a las mujeres: la vulnerabilidad masculina, como explicación de los fracasos en el aprendizaje que muchos alumnos sufren en las escuelas coeducativas norteamericanas. La necesidad de comunicar sus necesidades emocionales de un modo apropiado y mantener relaciones de amistad auténticas, combinando su agresividad física con su vulnerabilidad emocional, está siendo objeto de estudio por neurólogos (“British Medical Journal: “The fragile male”, 2000).
A continuación veamos algunos de los porqués de elegir una u otra educación:
Durante los últimos treinta años, el sistema educativo ha estado dominado por la idea de que la mejor manera de favorecer la igualdad de sexos era implantar la coeducación universal. Leonard Sax, médico y psicólogo estadounidense, señala que las diferencias de género son importantes, en una entrevista para el diario canadiense "National Post" (24 febrero 2005).
Sax acaba de publicar "Why Gender Matters: What Parents and Teachers Need to Know About the Emerging Education", donde muestra los últimos hallazgos científicos sobre diferencias de género –muy sorprendentes, en algunos casos– y la ignorancia al respecto en el mundo educativo.
Como fruto de sus investigaciones y de su experiencia profesional, Sax ha publicado numerosos artículos sobre las diferencias de género y el profundo desconocimiento que reina en la escuela estadounidense. También se han convertido en defensor de la enseñanza diferenciada a través de la National Association fon Single Sex Public Education, aunque afirma que el problema no es solo educativo. La prueba es que los últimos treinta años han estado monopolizados por la idea de que si se enseñan a chicos y chicas las mismas materias, a la misma edad y de la misma forma, las diferencias desaparecerán.
A CADA SEXO, SU MÉTODO PEDAGÓGICO
Si se pide a un niño o a una niña que hagan algo que exige un desarrollo que aún no han alcanzado, lo primero que harán será fallar, y lo segundo desarrollar rechazo hacia ello. Así, a los 12 años, nos encontramos con niñas que detestan las ciencias y niños a los que no les gusta leer. Para muchos, ya no hay marcha atrás.
Investigaciones recientes afirman algunas diferencias sorprendentes en el desarrollo cerebral de chicos y chicas, en la capacidad auditiva, en cómo está integrado el cerebro, en la reacción al estrés, etc.
¿POR QUÉ OPTAR POR UNA EDUCACIÓN DIFERENCIADA POR SEXOS?
1. Aspectos genéticos:
La ciencia nos dice que desde la concepción misma del ser humano, cuando el óvulo femenino es fecundado por el espermatozoide, ya es un ser sexuado. Lo que define esta cualidad es la composición cromosómica.
Mientras la mujer aporta en la concepción de un nuevo ser, los cromosomas denominados XX, el hombre aporta una dualidad de cromosomas: X y Y. Es el varón entonces, el que aporta la diferenciación sexual: Si aporta un cromosoma Y engendra un varón, y si aporta un cromosoma X engendra una mujer.
2. Aspectos hormonales:
Algunas investigaciones sobre diferencias de sexo han identificado el ambiente hormonal de los fetos en el vientre materno como un factor que explica las diferencias entre el comportamiento masculino y el femenino. Y los neurocientíficos han encontrado que los hombres tienen menos conexiones entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, estando en general los cerebros de los hombres más compartimentados que los de las mujeres.
3. Aspectos anatómicos:
La diferencia más específica, se tiene en los órganos genitales.
Cuando se llega a la pubertad, comienza una abundante secreción hormonal de tipo hipofisario, que impulsa al organismo hacia la maduración sexual, produciéndose importantes diferencias en ambas anatomías.
4. Aspectos fisiológicos:
El hombre y la mujer poseen maneras diferentes de pensar, de hacer uso de sus voluntades y de sentir. Igualmente, a partir de esas diferencias fundamentales, llegan a poseer diferentes actitudes, acentuación original de cualidades, y defectos característicos de cada sexo; formas diversas de integrarse en la sociedad y de ofrecer sus aportes personales.
5. Aspectos psicosociales:
Cada persona recibe sus modelos de forma vivencial, a través de sus experiencias familiares y de su inserción social en la escuela, el barrio, los amigos, y tiende naturalmente a identificarse y ubicarse socialmente según su sexo. Las diferencias entre varón y mujer constituyen un hecho psicológico firme, y cada vez son mayores las investigaciones que señalan que la coeducación encuentra dificultades para proporcionar la adecuada atención a las necesidades educativas específicas de los adolescentes, y al desarrollo personal de las cualidades de la masculinidad y de la feminidad, que no pueden ignorarse si se desea ofrecer a los alumnos una educación que desarrolle armónicamente su personalidad.
DIFERENCIAS POR SEXOS
En las tablas siguientes mostramos las principales diferencias en el rendimiento académico, la maduración personal y el desarrollo de la responsabilidad social, es diferente, en la edad escolar y en los estudios de secundaria.



Se ha sugerido desde lo científico que alumnos de bajos recursos de escuelas urbanas aprenden mejor cuando son separados por sexo. En otros casos, las investigaciones reflejan que los adolescentes, varones en particular, suelen avergonzarse o intimidarse en clases mixtas, lo que afecta su rendimiento
CONCLUSIONES
Después de lo visto creemos conveniente hacer una pequeña conclusión acerca del tema.
Por un lado, nos gustaría destacar la idea de que no existe un modelo ideal de educación. No podemos afirmar que una de ellas sea mejor que la otra, sino que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.
Por otro lado, y como resultado de lo anterior, destacar el importante papel que juegan los padres, ya que, en gran medida, son ellos los que tienen el derecho de escoger el modelo de escuela que crean más conveniente para sus hijos.
Destacar la idea de que, solo con libertad es posible una verdadera educación: libertad para educar, libertad para educarse y libertad al educar.
WEBGRAFÍA
•http://en.wikipedia.org/wiki/Single-sex_education
•http://privateschool.about.com/cs/choosingaschool/a/singlesex.htm
•http://www.aceprensa.com/articulos/2000/oct/18/las-escuelas-solo-para-chicas-destacan-entre-los-m/
•http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=596391&idseccio_PK=1021
•http://www.ericdigests.org/2001-2/sex.html
•http://www.formulatv.com/programas/70/caiga-quien-caiga/foros/15/1/escuelas-unisex--una-vuelta-a-la-mentalidad-catolico-franquista/
•http://www.guardian.co.uk/uk/2006/jun/25/schools.gender2
•http://www.independent.co.uk/news/education/schools/lucy-hodges-the-perils-of-singlesex-education-1831673.html
Beatriz Tato Cereijo.
Cecilia Pena Prieto.
Cristina Ron Mirás.
Esther Blanco García.
Uxía Campero Ojea.
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