Introducción
Un currículum no se crea de forma aislada fuera de un contexto. Es decir, los componentes textuales pesan mucho a la hora de concretar el currículum escolar (políticos, sociales, de tradición cultural, etc.)
Las propuestas curriculares son, ante todo, una toma de postura política que resume el papel de la escuela y su función. Se puede afirmar que la influencia de la política en la educación es muy grande. Por eso, cada gobierno deja su propia “huella” tanto en la organización curricular como en los cambios que introducen.
Pero, en que se basan para decidir sobre que componentes formarán parte del currículum escolar. ¿Qué hay detrás? A lo cuál se responde hablando de las Fuentes del currículum.
Hay diferentes propuestas porque cada una de ellas surge de una visión diferente.
Llamamos por tanto fuentes del currículum a los análisis y consideraciones previos al propio diseño del currículum. Sirve para entender los por qués del currículum.
Diferenciamos cuatro:
1.-Fuente Sociológica es el análisis de la realidad social y del papel que la escuela debe desempeñar en ella.
2.-Fuente Psicológica hace referencia a las características psicológicas de los alumnos a los que va dirigida.
3.-Fuente Pedagógica es el sentido global del proceso de formación en su conjunto.
4.-Fuente Epistemológica atiende a las características formativas y conocimientos.
Fuente epistemológica
Esta fuente va dirigida al tipo de conocimiento que se espera que la escuela aporte a los alumnos y alumnas que asisten a ella. Ante este problema surgen diferentes posicionamientos y se abren las siguientes preguntas:
1. ¿Qué ámbitos de conocimiento se han de abrir desde la escuela?
2. ¿Qué tipo de conocimiento es el que se ha de trabajar?
3. ¿Qué relación hay entre contenidos y habilidades?
1. ¿Qué ámbitos de conocimiento se han de abrir desde la escuela?
La escuela se ha ido abriendo a nuevos campos de conocimiento y las respuestas a esta pregunta son contrapuestas. Por una parte están los que pretenden hallar una estructura básica y común, y por otra los que quieren seleccionar en cada caso los ámbitos formativos más oportunos.
· Hallar una estructura básica y común: hay un compromiso con los elementos básicos del conocimiento. Su función principal es sentar las estructuras que posibiliten un progreso posterior. Algunos enfoques actuales siguen defendiendo la vuelta a lo básico. Lo principal es asegurar el saber leer, escribir y hacer cuentas. Defienden que la actual hipertrofia de contenidos ha producido que muchos niños y niñas arrastren grandes deficiencias.
· Seleccionar en cada caso los ámbitos formativos más oportunos: piensan que la escuela ha de ofrecer un curriculum mucho más variado y vinculado a la experiencia de los sujetos. Los criterios de necesidad y de actualidad adquieren mayor protagonismo. Señalan como contenidos curriculares necesarios las lenguas extranjeras, la educación para la salud, las nuevas tecnologías, etc.
2. ¿Qué tipo de conocimiento es el que se ha de trabajar?
Hay que definirse también en relación a qué tipo de conocimientos se va a trabajar en cada uno de esos ámbitos: un conocimiento muy general o uno más especializado, un conocimiento más centrado en las materias o uno más centrado en las necesidades o intereses de los sujetos. Aquí nos encontramos con dos dilemas:
- El dilema entre generalidad frente a especificad.
- El dilema entre academicismo y utilidad.
Centrándonos ahora en el primero de los dilemas; los modelos curriculares que optan por la generalidad tratan de ser diversificados, que den a los sujetos la posibilidad de tener experiencias de diferente tipo y diferentes características. Este tipo de currícula cumple una función introductoria a los campos de conocimiento.
Los que critican este aspecto y en cambio optan por la profundización mantienen que el valor formativo de un ámbito de conocimiento no se rentabiliza a través de la simple toma de contacto con ella, por tanto defienden que es preferible reducir el campo de materias o áreas a trabajar pero dedicarles más tiempo para poder profundizar más.
El debate curricular en este punto se sitúa en como mantener el equilibrio.
El segundo dilema se refiere a la controversia entre quienes defienden un conocimiento de naturaleza académica frente a quienes entienden que el principal propósito de la escuela es preparar para la vida y que el conocimiento debe ser por tanto útil.
Ante este dilema surgen tres tendencias:
- Logocéntrico: señala la importancia de que la escuela debe transmitir la cultura vigente respetando la lógica particular de cada área cultural, es decir cada materia tiene su estructura y sus conocimientos básicos y eso constituye una condición inalterable.
- Pragmático: los que defienden este enfoque critican la progresiva ruptura entre la cultura escolar y la cultura para la vida, insisten en que quedan amplios espacios culturales, muy útiles para la vida, que quedan sin cubrir por el curriculum escolar.
- Psicocéntrico: Señalan que el compromiso social de la escuela es justamente que niños y niñas asistan a ella, no tiene sentido olvidarse de ellos para dar prioridad a las materias o a las demandas sociales, son ante todo personas en formación que se forman como personas antes que como trabajadores por lo tanto desde el punto de vista de la organización del curriculum ha de prevalecer los intereses y necesidades de los sujetos
Estos planteamientos son demasiado simples o incompletos si los tomamos como posturas excluyentes. La fuente epistemológica del currículo nos sitúa ante diversas disyuntivas a la hora de tomar opciones entre un tipo de conocimiento u otro.
3. ¿Qué relación hay entre contenidos y habilidades?
Comencemos por definir el concepto “contenido”. Un contenido es aquello que se enseña, y partiendo de esto podemos afirmar que responde al qué enseñar. Toda tarea didáctica tiene un contenido, aquello sobre lo que se trabaja, y un aspecto formal, el trabajo u operación que se realiza sobre o con ese conocimiento. Por ello, podríamos considerar los contenidos curriculares como un espacio de tomas de decisiones, decisiones sobre la selección, secuenciación y organización funcional de contenidos.
Dentro del marco del nuevo enfoque pedagógico, los contenidos son un conjunto de conocimientos científicos, habilidades, destrezas, actitudes y valores que deben aprender los educandos y que los maestros deben estimular para incorporarlos en la estructura cognitiva del estudiante. Si bien es cierto que los contenidos son un conjunto de saberes o formas culturales esenciales para el desarrollo y de socialización de los estudiantes, la manera de identificarlos, seleccionarlos y proponerlos en el currículo tradicional ha sido realizada con una visión muy limitada.
En efecto, contamos con tres tipos de contenidos, que se dan simultánea e interrelacionadamente durante el proceso de aprendizaje, que son:
- Contenidos conceptuales (saber): Hechos, Datos, Conceptos
- Contenidos procedimentales (saber hacer)
- Contenidos actitudinales (ser): Valores, Actitudes, Normas
En definitiva, son las informaciones que un sujeto adquiere en los diversos ámbitos curriculares. Una característica inherente a ellos es su tendencia rápida al olvido, por lo que suelen hacerse obsoletos de manera fugaz.
Por lo que respecta a las habilidades, podemos decir que son un elemento del curriculum, considerando éste como "el conjunto de los supuestos de partida, de las metas que se desea lograr y los pasos que se dan para alcanzarlas; el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, etc. que se considera importante trabajar en la escuela año tras año" (Zabalza, 1993). Un rasgo que le da notoriedad a una habilidad es su gran estabilidad, Así, en contraposición a los contenidos las habilidades son más permanentes y útiles a lo largo del tiempo, aunque precisan revisiones periódicas y requieren de práctica, tiempo y visión de conjunto.
Se diferencian dos tipos de habilidades: las generales y las específicas.
- Las de tipo general se relacionan con la resolución de problemas, con el pensamiento crítico, con la creatividad, etc.
- Las específicas son aquellas que están más específicamente ligadas a los diferentes ámbitos de conocimiento, como por ejemplo, las artísticas.
Aunque tradicionalmente la escuela ha recibido numerosas críticas por favorecer el aprendizaje meramente memorístico, hoy en día esa visión peyorativa ha cambiado, hasta el punto de que las escuelas consideran que cada vez son más importantes las habilidades, incorporando su desarrollo dentro del curriculum, sobre todo en los niveles básicos de escolaridad.
De todo lo anterior se derivan dos aspectos a valorar a la hora de trabajar las habilidades. Por una parte, su tratamiento deberá ser específico y, por otra, deberán ser progresivas a lo largo del proceso educativo.
- Especificidad: decimos que cada habilidad requiere de un tratamiento específico porque debe estar referido a ella en particular. Esto es así porque no todas las habilidades tienen un ámbito de aplicación, de la misma manera que no todas se desarrollan por igual. Esa es la razón por la que, desde la escuela, debemos trabajarlas de manera sistemática. En palabras de Gardner, “cada habilidad requiere un tratamiento distinto y sistemático si queremos que vaya progresando la respectiva competencia” (Frames of Mind, 1983).
- Continuidad y progresión: la escuela ofrece la posibilidad de graduar estas habilidades a lo largo de las diferentes etapas. Como hemos mencionado antes, la progresividad de las habilidades es fundamental, porque ello nos permitirá trabajarlas de modo secuenciado y práctico, practicándolas, experiméntalas por uno mismo, pero contando con un cierto equilibrio por parte del docente que permitirá darles una mayor visión de conjunto y permitir trabajar todas las habilidades posibles, sin marginar ninguna.
En síntesis, a la hora de trabajar las habilidades, debemos atender a varios aspectos, como la sistematicidad, la continuidad y la progresión, garantizando su presencia dentro del curriculum.
Conclusiones
Después de la lectura y análisis de la fuente epistemológica del currículum, el grupo destaca lo siguiente:
· Debemos superar el aislamiento lógico – positivo de los resultados de las ciencias; al asumir el enfoque epistemológico del “descubrimiento” como una tarea rigurosa que hace posible una pedagogía constructiva y un currículo centrado no sólo en los procesos subjetivos individuales del aprendiz, sino un currículo que construya y facilite modelos de procesamiento y reflexión para la apropiación creadora y el autodesarrollo de los alumnos.
· La escuela debe ofrecer un currículum variado teniendo en cuenta los criterios de necesidad y actualidad; el “aquí y ahora” de los alumnos.
· Mayor utilidad de un conocimiento cuanto mejor se domina el campo. El curriculum debería dotarnos de recursos conceptuales y metodología más potentes para conocer de forma general y amplia la realidad y actuar sobre ella.
· Función facilitadora de la comprensión, aprendizaje y del entorno de la escuela. La escuela debe formar a sus alumnos para la vida y para eso es necesario tener en cuenta los intereses y necesidades de los alumnos para, a partir de ahí, organizar el currículum.
· Existencia de una ruptura excesiva entre lo escolar y la propia experiencia de los sujetos. Obligaciones Vs Intereses.
· Las habilidades también forman parte del currículum formativo por lo tanto, es importante el desarrollo de las mismas en la escuela ya que ésta reúne unas características propicias y exclusivas para su tratamiento.
· Por último, destacamor la importancia de la complementariedad de los diferentes ámbitos de la educación (formal, no formal e informal) apostando por un modelo educativo que atienda al desarrollo integral de las personas.
Grupo 10: Nazaret Cruz Leal
Irene Gil Martínez
Laura Gutiérrez Vara
Natalia Pereira Ferreirós
Cristina Ron Mirás
Irene Gil Martínez
Laura Gutiérrez Vara
Natalia Pereira Ferreirós
Cristina Ron Mirás
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