En el día de hoy la clase ha desarrollado en torno al discurso curricular explicando las cinco grades capas que lo constituyen:
El primer gran nivel aborda los saberes vigentes y cuáles deberían ser impartidos en la escuela. Así nos lleva a tratar de identificar los elementos de la sociedad vigente y que papel tiene la escuela en esos avances. Se hace necesario partir de la concepción de que nos es posible trabajar todos los ámbitos, es por ello preciso seleccionar cuales han de impartirse en la escuela e incluir en su proyecto. Asimismo se debe tener presente la posible participación de toda la sociedad ya que debido a su carácter social no solo accionan sobre los determinados expertos.
El segundo nivel de concreción hace referencia a cómo enseñar esa cultura vigente seleccionada, sin olvidarnos de cómo acomodarla, prepararla, seleccionarla y adaptarla así como los recursos a emplear. Son varios lo protagonistas de este nivel tales como las editoriales, psicopedagogos, profesores, etc.
EL tercer nivel se basa en la preparación y planificación de los diseños instructivos. Para tal se hacen patentes dos conceptos claves, el programa y la programación. En el caso del programa éste se construye sobre la lógica de lo general; es elaborado por el Ministerio de Educación y la Xunta de Galicia, pensando para quien va dirigido sin tener en cuenta las realidades del grupo ni su contextualización. Por el contrario en una programación lo primero que se hace es contextualizar debido a su lógica situacional o local, precisamente lo realiza el mismo profesor ya que es el único capaz de conocer las realidades y características de los alumnos a quien va dirigida.
Respecto del cuarto y quinto nivel el primero se trata de un nivel mucho más específico relacionado con la investigación e innovación y el último es puramente transversal ya que recorre todos los niveles anteriores. Se refiere a todos y cada uno de los valores educativos a asumir en el currículo.
Como segunda parte y continuación del tema de las clases anteriores pasamos a desglosar cada uno de los apartados de una propuesta curricular. Así, los elementos que estamos acostumbrados a marcar como elementos centrales son los siguientes: objetivos, contenidos, actividades y evaluación. De forma crucial se debe tener en cuenta que construir y diseñar un curriculum es tomar decisiones siempre fundamentadas; para ello es preciso valorar el contexto así dependiendo de tales circunstancias se escogerán unos contenidos u otros. De todas formas existen ciertas condiciones ajenas a nosotros y sobre las cuales no podemos decidir que les afectan. Si estas fuesen los suficientemente considerables tendríamos los denominados elementos invariantes. En este caso, el diseño curricular seria nulo ya que todo viene ya decidido. Contrariamente a estas aparecen las variables, aquellas sobres las cuales podemos decidir pero que ciertamente vienen condicionadas por las invariantes.
Martínez García, Rubén
Regueiro Fernández, Bibiana
jueves, 22 de octubre de 2009
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